Al empezar a entrenar lo más común siendo un “iniciado” es saturarse. Existe mucha información sobre deporte en Internet, en foros, en revistas y a veces es difícil retener lo bueno, desechar lo malo y aplicarlo correctamente a tus rutinas.
¿Cuál es la mejor opción en estos casos?
Lo primero, la paciencia, vete paso a paso. Anota cada deporte que practiques (ya sea correr, nadar o incluso caminar) el número de minutos que le dedicas, cada ejercicio que hagas, el peso que levantas en cada repetición y todo lo que comas (por pequeño que sea).
De esta forma no te olvidarás de nada, y seguirás minuciosamente el plan que te has trazado. Pudiendo anotar también los kilos que has ganado o perdido (según tu objetivo) mensual, semanal o diariamente, siendo un plus de motivación añadido para conseguirlo.
¿Estás desmotivado?
Consulta tu “Guía de Entrenamiento” que has ido diseñando y fíjate en todo lo que has avanzado.
Anota cada buen consejo que oigas o leas para luego probarlo, así sabrás si es bueno o malo, dependiendo de la persona unas cosas son mejores o peores, sobretodo conoce tu cuerpo y tus limitaciones.
No existen los errores, llámalos Aprendizaje
¿Que otras pautas seguir?
Márcate objetivos alcanzables
Las metas deben de ser lo suficiente realistas como para no dejarlas a medias.
Por ejemplo si quieres bajar 20 kgs ponte como objetivo perder entre 1 y 4 kgs al mes, de este modo verás tus progresos, a pesar de que sean lentos, serán seguros y sin efecto rebote y lo terminarás por conseguir si sigues por ese camino.
En cambio si te pones como objetivo perder 20 kilos de golpe lo terminarás dejando al primer mes al ver que según tu sól@ has perdido 4 kilos.
Cumple lo que te propongas
De poco vale tener la mejor dieta o rutina del mundo si no la aplicas adecuadamente. El día a día decidirá tu éxito o tu fracaso.
Varía la rutina de entrenamiento
Si siempre haces los mismos ejercicios, mes tras mes y no varías nada, ni el orden ni añades ninguno nuevo te terminarás acostumbrando, tus músculos dejarán de desarrollarse y entrarás en la apatía, sin nuevos retos que superar.
Varía los ejercicios, el orden y el peso cada cierto tiempo (cada 6-8 semanas) para evitar el estancamiento y ver resultados a tanto trabajo duro.