Si queremos explicarlo en palabras llanas, es el margen de mejora del nivel actual con respecto al máximo potencial del deportista. En la gráfica superior sería toda la superficie que quedaría por encima de la zona azul de cada barra (verde + amarillo).

Conceptos básicos

Previamente a la definición del principio, existen algunos conceptos básicos que necesariamente hay que entender:

  • Máximo potencial de rendimiento: Es el máximo rendimiento que podría alcanzar un deportista acorde a su máxima capacidad genética para adaptarse y a un entrenamiento perfecto que permita alcanzar dicha capacidad. En la gráfica está representado por el límite superior de las barras amarillas.
  • Máximo potencial de rendimiento actual: Es el máximo rendimiento que puede alcanzar un deportista a una edad determinada en función de su estado de maduración. En condiciones óptimas este valor se incrementa año a año con la maduración y el entrenamiento correcto. En la gráfica lo observamos como el límite superior de las barras verdes.
  • Máximo estímulo tolerable: Es la carga máxima de entrenamiento capaz de soportar un deportista sin sufrir alteraciones orgánicas (lesiones, enfermedades, sobreentrenamiento, etc.).
  • Mínimo estímulo eficaz: Es la carga de entrenamiento mínima que necesita un deportista para conseguir adaptaciones positivas que provoquen una mejora del rendimiento determinada. Sería el entrenamiento mínimo que debería realizar un deportista para alcanzar el nivel representado por las barras azules de la gráfica.

Definición del principio de reserva de adaptación

 

El principio de reserva de adaptación consiste en conseguir unas adaptaciones determinadas aplicando el mínimo estímulo eficaz, con el fin de no agotar prematuramente los recursos orgánicos del atleta para las posteriores adaptaciones necesarias para a alcanzar su máximo potencial.

Hacer frente a los estímulos de entrenamiento y su correcta asimilación es un proceso que requiere energía y el uso de múltiples sistemas orgánicos. Si el ritmo y la intensidad de esos estímulos crece demasiado rápido, es probable que se produzca una mejora sustancial en el corto-medio plazo. Sin embargo, el precio a pagar es una disminución de su máxima capacidad de adaptación a largo plazo.

Vamos a ver a continuación dos ejemplos de lo que sería un entrenamiento adecuado y otro inadecuado.

Entrenamiento adecuado

Aplicación correcta del principio de reserva de adaptaciónEn la gráfica observamos lo que sucede cuando el entrenamiento respeta el principio de reserva de adaptación:

  1. El aumento del rendimiento es progresivo (azul) hasta llegar a su máximo potencial teórico. Este valor es algo estimado, incierto e individual, pero estadísticamente podemos observar a qué edades se consiguen los máximos rendimientos (es distinto para cada deporte y disciplina) y diseñar una progresión hasta esa edad.
  2. Cada año mantenemos un margen con respecto a su máximo potencial actual (verde), y este margen se va reduciendo a medida que alcanzamos la edad en la que puede ser capaz de alcanzar su máximo potencial.
  3. Su máximo potencial de rendimiento se conserva intacto (amarillo) porque no estamos utilizando los recursos orgánicos y energéticos para su crecimiento y maduración en busca del rendimiento inmediato, sino que el entrenamiento es algo que sirve de apoyo a su adecuado desarrollo físico.

Entrenamiento intensivo prematuro

En esta gráfica podemos observar los efectos de un entrenamiento intensivo prematuro:

  1. Progresión del rendimiento muy rápida (azul). Los atletas jóvenes responden muy bien a las cargas de entrenamiento, no porque seamos muy buenos entrenadores, sino porque se encuentran en una fase de plena ebullición hormonal, un crecimiento rápido y un organismo fresco.
  2. Rendimiento cercano o igual a su límite para cada edad (verde). La edad de máximo rendimiento se adelanta y se produce un estancamiento del rendimiento de forma prematura
  3. El entrenamiento excesivo compromete los procesos de crecimiento y desarrollo óptimos, con lo que su potencial de rendimiento a largo plazo disminuye (amarillo).
  4. La progresión en el rendimiento se detiene de manera precoz, se produce un estancamiento prematuro del rendimiento. Las consecuencias van desde una incapacidad para seguir progresando en sus rendimientos, pasando por un alto riesgo de lesiones, hasta llegar a un muy probable abandono por burnout.

Consejos para aplicar el principio

Evidentemente, no existen fórmulas concretas para aplicar este principio, en primer lugar porque desconocemos con exactitud cuál es el máximo potencial de cada atleta, cuándo va a ser capaz de alcanzarlo o cual es su mínimo estímulo eficaz. Sin embargo, sí que podemos aplicar estrategias que nos permitan aproximarnos mucho a estos parámetros y, sobre todo, a no comprometer significativamente el desarrollo deportivo de nuestros atletas:

  • Ten paciencia. Con atletas jóvenes en periodo de formación las marcas, medallas y pódiums que importan son las que pueda conseguir en su madurez, no las de ahora.
  • La base del entrenamiento en la infancia debe ser la variedad y la diversión; en la adolescencia la técnica y los valores. No pongas el rendimiento por encima de estos aspectos.
  • Establece unos mínimos de carga. Si tus atletas progresan con esos mínimos, no es necesario que hagan más, aunque puedan.
  • Si tienes dudas, siempre es mejor equivocarse por defecto que por exceso.
  • Estudia, aprende y respetasiempre las etapas del desarrollo deportivo.
  • Este principio también aplica con deportistas adultos que se inician en un deporte. Un claro ejemplo es el típico “runner”, cuyos primeros meses de práctica experimenta una evolución tan rápida que le lleva a pensar que será así de sostenida por tiempo ilimitado. Como expliqué en el artículo sobre el trabajo a largo plazo para el deportista amateur, échale el freno y házle ver más allá de la próxima carrera.