RELACION PADRES-ENTRENADOR-DEPORTISTA

RELACIÓN PADRES-ENTRENADOR-DEPORTISTA

   

Un vértice importante del triángulo deportivo (padres, entrenadores, deportistas), que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta son los padres de los deportistas. Muchos entrenadores, afortunadamente cada vez menos, son partidarios de mantener al margen a los padres, tanto como se pueda del entorno deportivo.

 

Normalmente las escuelas deportivas suelen ver a los padres como un problema, al mismo tiempo los padres creen que el problema son los entrenadores, y así en muchos casos viven de espaldas en vez de establecer la colaboración necesaria cada uno en su parcela, para el correcto funcionamiento del equipo.

Y, evidentemente para que exista colaboración tiene que existir comunicación previa entre las partes implicadas, y la forma más importante de comunicarse son las reuniones. Las reuniones con los padres, cuando se trabaja con deportistas jóvenes debería formar parte de las actividades del club, al igual que los entrenamientos y la competición. Por un lado tendrían que existir las reuniones más  o menos fijas, dos o tres por temporada, una al principio, otra a media temporada y otra al final de la misma, y después las que se convoquen puntualmente por alguna de las dos partes para tratar que cualquier problema que haya surgido.

En esta primera reunión al principio de la temporada es básica para dar a conocer a los padres los objetivos de la temporada, las normas, las posibles dificultades, de cómo debe ser la relación padre-entrenador. En resumen, esta primera reunión debe servir para dejar abierta una vía de comunicación para ser utilizada siempre que sea necesario y así evitar cualquier malentendido.

 

Y, ¿Cómo podemos implicar a los padres en nuestro proyecto? Pues, haciéndoles ver que son necesarios para su hijo en la práctica del deporte.

 

En primer lugar son necesarios para el correcto funcionamiento del equipo y pueden participar en:

 

-        Los temas organizativos: poner el coche en los desplazamientos, participar en los diversos actos sociales que organice el club, en fin estar dispuestos  a colaborar siempre que sea necesario.

 

-        En el comportamiento: está claro que son un modelo a imitar y el modelo que deben enseñar los padres es la educación y la corrección para favorecer la convivencia del grupo. Hay clubes que ni la junta directiva da ejemplo pero son casos aislados donde el problema radica en el desconocimiento de la gestión del club.

 

-        Enseñar a los hijos el respeto por las instalaciones y todo el material tanto el propio, como evidentemente por el de los demás. Si primero se lo enseñan a hacer en casa será  mucho más fácil que después lo trasladen en los diversos ámbitos que se muevan.

 

-        Ayudar a los hijos a cumplir con los compromisos que adquieran derivados de la práctica del deporte: organizar el tiempo de manera que el hijo pueda compaginar los estudios, el deporte y demás actividades. Cuidar que asista puntualmente a los entrenamientos y las competiciones. En estas tareas los padres pueden ayudarles a organizarse.

 

-        Otro tema que los padres tienen que tener claro, y demasiadas veces por desgracia no es así, es que el deporte que lo hijos escogen, lo tienen que escoger los hijos, no los padres. Muy a menudo, muchos padres apuntan a sus hijos a deportes que ellos practicaron y esperan que sus hijos lleguen donde ellos no llegaron. Si el niño no elige el deporte o actividad que quiere realizar, difícilmente llegará a buen puerto, ya que al aparecer las primeras dificultades será más fácil que abandone, y en el caso que siga, en vez de ser una actividad que saque provecho, se convertirá en una carga pesada, que tampoco favorecerá para nada el grupo.

 

-        Resumiendo este punto, les podríamos decir a los padres que el equipo donde su hijo practica deporte es muy importante para obtener beneficios.  Y los padres son una pieza clave para que este entorno funcione mejor, y su implicación necesaria.

 

El siguiente punto donde los padres son necesarios es en los entrenamientos.

 

Algunos padres de deportes de equipo durante los entrenamientos se convierten en entrenadores desde la grada, criticando al entrenador, a los jugadores y en algunos casos a otros padres. Una vez más les debemos pedir que ejerzan de padres, que disfruten viendo las evoluciones de su hijo y dejen trabajar tranquilo al entrenador. Seguramente en más de una ocasión no estarán  de acuerdo con sus decisiones, pero siempre deben respetarle, y no distraer con sus actuaciones a los deportistas, ni al propio entrenador, ni crear conflictos gratuitos al niño, entre la opinión del padre y la del entrenador, ni llevar estos dilemas a otros padres enrareciendo el ambiente, cosa que no favorece para nada el entorno. En fin que el padre debe ser un elemento pacificador, no una fuente de conflictos.

Esto no quiere decir que cuando los padres quieran hacer cualquier consulta, no puedan hacerla, pero sí que se le debe pedir que lo haga en el momento adecuado y con corrección. Por ejemplo, no es conveniente hacerlo con gritos y delante de otros padres o niños. Hay que buscar la ocasión para hacerlo con tranquilidad. Debemos pedir a los padres que den un voto de confianza a los entrenadores, al igual que confían en otros profesionales para la educación de su hijo y no se entrometen, aquí también se les debe pedir esta confianza, y que no se conviertan en padres-entrenadores.

 

En otro apartado donde se les debe pedir la máxima colaboración a los padres, es con los árbitros o jueces.

 

-        El árbitro o Juez  es la máxima autoridad dentro del terreno de juego o pista de atletismo, y aunque en muchas ocasiones no estemos de acuerdo con él debemos de aceptar sus decisiones, y los padres deben enseñar a sus hijos a respetar esta figura.

 

-        Los primeros que deben dar ejemplo después de los entrenadores, son los padres, ya que si solo predicamos con palabras y no con el ejemplo, difícilmente los niños van a hacerlo. Por más errores que cometan no merecen que nadie les insulte y mucho menos que sufran cualquier tipo de  agresión.

 

-        Los árbitros o jueces, como los niños, están empezando y cometen muchos errores, por eso los padres deben explicar a sus hijos que deben ser compresivos y tratar de ayudarlos lo máximo posible.

 

-        Las normas forman parte del juego, y sin ellas y un  juez que las imparta no sería posible el deporte. Los padres deben enseñar a sus hijos a que las cosas a veces no salen como ellos quieren, pero que hay que levantarse ante las adversidades y volver a intentarlo.

 

-        Este respeto a la autoridad, a las normas establecidas, a superar las adversidades también les servirá a los niños para la vida diaria, ya sea en la escuela, en cualquier tipo de asociación, y más adelante en la vida laboral.

 

Otro momento importante para los padres es el día de la competición.

 

-        Debemos inculcar a los padres que la competición debe ser una fiesta para la familia, un momento para disfrutar conjuntamente del evento.

 

-        Que en vez de presionar al niño, den ánimos y apoyo independientemente del resultado del partido, valorando su esfuerzo.

 

-        Durante la competición es importante comportarse con educación, respetando a los rivales y evidentemente al propio entrenador, evitando cualquier comentario fuera de tono.

 

-        Animar de una manera correcta en todo momento, en lugar de criticar los errores.

 

-        Controlar las emociones. No hacerlo, no solo es una mala imagen para ellos y sus hijos, sino que se daña la imagen del club que en estos momentos representamos.

 

-        Dejar las cuestiones técnicas y tácticas a los entrenadores y los deportistas. Muchos padres se pasan la competición dando instrucciones, muchas veces contrarias a las del entrenador creando un caos en el niño. La labor de los padres se debe limitar a animar y estar al lado de sus hijos. Lo demás no les compete.

 

-        Cuando ha terminado la competición, es el momento de felicitar al niño, sin empezar a discutir errores que ha cometido o cualquier otra circunstancia de la competición.

 

-        Dejar que el niño saque sus emociones, estar a su lado, y hacerle ver que como padres, el resultado de la competición es indiferente, que no por lo que ha hecho durante la competición va a cambiar el amor y cariño hacia él.

 

-        En el caso de tener que hablar con el niño o con el entrenador de algún tema referente a la competición, esperar el momento durante la semana cuando se hayan enfriado los ánimos y se pueda hablar con la tranquilidad y objetividad necesaria del tema.

 

 

Y para finalizar la primera reunión con los padres, se les debe explicar que todos estos sacrificios no serán en vano, ya que su hijo va a sacar unas contraprestaciones muy importantes para su educación.

 

-        Beneficios físicos para la salud. No hace falta enumerar todos los beneficios que produce la práctica de deporte.

 

-        Fomentar el hábito de hacer ejercicio en la infancia es más probable que haga deporte al ser adulto.

 

-        Ocupar el tiempo libre haciendo deporte es una forma de prevención de que lo ocupe de otra forma menos sana.

 

-        Aprende a trabajar en equipo, ser solidario, responsable. En algunos casos el deporte sirve de integración a algunos jóvenes y aprenden a respetar y cumplir unas normas a las cuales no están acostumbrados.

 

-        Aprender y perfeccionar técnica y tácticamente un deporte que le gusta.

 

-        En estas edades la práctica del deporte con entrenadores preparados, se desarrollan aspectos psicológicos como:

 

§  La autoconfianza.

 

§  La autoestima.

 

§  El autocontrol.

 

§  Saber aceptar el éxito y el fracaso.

 

§  La atención y la concentración.

 

 

Para resumir y sacar una conclusión final, en el deporte, si cada uno cumple con su cometido y todos juntos  trabajan en la misma dirección se pueden conseguir beneficios muy importantes para la educación de los niños en un presente y de cara al futuro. Convirtiéndose al mismo tiempo en una experiencia gratificante  y que todos pueden sacar provecho.

   

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Buceta, J. Mª (2004). Estrategias psicológicas para entrenadores de deportistas jóvenes.

 

 

Peris, D. (2003).  Los padres son importantes…Para que sus hijos hagan deporte.

 

Alejo García-Naveira (Psicólogo del deporte y entrenador de fútbol)